miércoles, 27 de agosto de 2008
Ecologistas en Acción rechazan la instalación de una regasificadora en El Musel
Gijón, 27 ago (EFE).-Ecologistas en Acción han rechazado hoy los proyectos de construcción de una planta regasificadora y de centrales térmicas en el puerto de Gijón, por considerarlos "incompatibles con un futuro energético sostenible".
Militantes de la organización no gubernamental han protagonizado hoy una protesta en el mar frente a los muelles del puerto de El Musel, donde navegaron a bordo de un velero en el que están recorriendo los principales puertos del litoral español en una campaña de concienciación sobre el cambio climático.
En una rueda de prensa celebrada antes de zarpar, el responsable de la tripulación y experto en cambio climático, Pablo Cotarelo, ha afirmado que "las instalaciones energéticas del entorno de Gijón son incompatibles con un futuro sostenible porque se basan en el consumo de combustibles fósiles altamente contaminantes y no renovables".
La planificación energética de Asturias, con una regasificadora, centrales térmicas de carbón y de gas, instalaciones de almacenamiento de derivados de petróleo convierten en "una quimera" la posibilidad de reducir los efectos del calentamiento global, según ha manifestado el dirigente ecologista.
Según Ecologistas en Acción, "un modelo de sociedad sostenible, que se aleje del cambio climático, es aquella que consume menos energía, que lo hace mejor y que la produce con fuentes renovables", ha añadido.
La organización inició a principios del verano una campaña para denunciar el impacto del calentamiento del planeta en el mar, a bordo de un barco que zarpó desde Doñana y hace escala en los puertos de las principales ciudades de la costa de España.
Gijón es uno de los puntos críticos de la costa de la península al registrar un aumento de nivel del mar superior a la media del resto del litoral, según ha afirmado el coordinador de Ecologistas en Acción de Asturias, Pablo Ramos.
Los datos del Servicio permanente sobre el nivel del mar en Gijón muestran que en la última década la subida ha sido de unos 40 milímetros, a un ritmo de 4 milímetros cada año, mientras que en el resto de la costa española el incremento promedio ha sido de 3,3 milímetros.
Según los científicos, cada centímetro de subida vertical del mar supone un retroceso de la costa de un metro, en un fenómeno que adquirió una inercia que requeriría varias décadas frenar en el hipotético caso de que se eliminaran las emisiones de gases de efecto invernadero de inmediato.
Ecologistas en Acción han alertado de que las emisiones de antropogénicas de dióxido de carbono continuarán contribuyendo al calentamiento del clima y a la elevación del nivel del mar "durante más de un milenio".
El aumento de la temperatura atmosférica y del agua "provoca también efectos sobre las especies marinas", como migraciones y cambios en los hábitos alimenticios y en las épocas de apareamiento y reproducción.
Ramos, ha puesto el ejemplo del pez San Pedro plateado, que hace dos décadas era capturado en el Cantábrico y que ya no se encuentra en estas aguas, sino en las del Mar del Norte, donde antes era imposible su superviviencia por las bajas temperaturas.
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